Durante su trayectoria, la banda alternó entre funk rock, new wave, rock psicodélico y pop rock; siendo este último el estilo con el que lograrían su faceta más prolífica y representativa. Entre su repertorio se ubican reconocidos clásicos de la música argentina tales como «Costumbres Argentinas», «Himno de mi Corazón», «Lunes por la madrugada», «Mil horas», «Sin gamulán», «No se desesperen», «En la Fuente de la Unión», «Zig Zag» y «No puedo decir que no», entre otros.
SUS COMIENZOS COMO BANDA....
Los Abuelos de la Nada nacieron en 1967, siendo considerada una de las bandas pioneras del rock argentino, aunque en los años 60 pasaron desapercibidos. El estilo del grupo fluctuaba entre el folk rock y el rock psicodélico de aquella época.
En Plaza Francia, donde se juntaban los hippies de aquella época, encontraron al baterista Héctor Pomo Lorenzo y a los hermanos Micky (guitarra rítmica) y Alberto Lara (bajo). En casa de Pipo se integró provisoriamente el futuro guitarrista de Manal, Claudio Gabis, y más tarde se incorporó Eduardo Mayoneso Fanacoa como organista.
El año 1969 fue un año muy activo para la banda, que parecía asentarse en el ambiente. El 8 de junio se presentaron en el Ciclo "Beat Baires" realizado en el Teatro Coliseo junto a Engranaje, Litto Nebbia, Manal y Moris, entre otros y un trimestre más tarde en el histórico "Festival Pinap de la Música Beat & Pop" donde actuaron también, Vox Dei, Almendra y La Barra de Chocolate. El líder de La Cofradía de la Flor Solar Kubero Díaz (el mismo que estuvo en la última etapa abuelera) y Miguel Cantilo (futuro fundador del dúo Pedro y Pablo). Sin embargo, Miguel Abuelo se abre de la banda, por diferencias en los estilos musicales con Pappo, quedando este como líder, sin embargo la banda se disuelve producto de la baja popularidad, sin dejar rastros durante los setenta.
Charly García les produce su primer álbum homónimo. Las peleas entre Miguel y Charly eran constantes, lo que provocaba situaciones incómodas para la banda. Gracias al éxito en las ventas realizan su primer gran recital en el teatro Coliseo, a fines de 1982. Su primer gran éxito Sin Gamulán era compuesto por el joven Andrés Calamaro y tuvo una difusión envidiable.
Charly realiza la presentación de su disco Yendo de la cama al living en el estadio de Ferro el 25 de diciembre, y Los Abuelos de la Nada junto a naciente banda de Miguel Zavaleta Suéter lo telonean. Los Abuelos siguieron con su mejoría tras una gran recepción del público. Tres de sus miembros (Cachorro, Bazterrica y Calamaro) son convocados para la banda de García, cosa que desestabiliza a la banda, pero luego vuelven a dedicarse plenamente a Los Abuelos.
El 4 de junio de 1983 realizan el primer recital en Obras Sanitarias, mezclando los éxitos del primer disco con algunos adelantos del próximo álbum como Hermana Teresa, Espía de Dios, No se desesperen, Vasos y Besos y En línea, entre otros. Vuelven a tocar en Obras ese mismo año, compartiendo cartel con Rubén Blades.
Tras una gran cantidad de recitales brindados, planearon para 1985 la grabación de su primer disco en vivo. Sobre la marcha del proyecto, el grupo sufrió una baja: el guitarrista Gustavo Bazterrica, quien es rápidamente reemplazado por Gringui Herrera, amigo de Andrés Calamaro, a quien corresponde la autoría de "Tristeza de la ciudad" y de "Así es el calor" (compartidas con Calamaro), incluidos en los discos Los abuelos de la nada y Vasos y besos, respectivamente. Con él, entonces, la agrupación grabó durante los días 14, 15 y 16 de junio su cuarto long play titulado Los Abuelos en el Ópera.
De este disco saldría como sencillo una vez más una canción compuesta por Calamaro, que incluso es tocada por este hoy en día en la mayoría de sus presentaciones, "Costumbres argentinas".
En octubre de ese año participaron del primer Festival Rock & Pop realizado en el Estadio de Vélez Sarsfield junto a Charly García, Fito Páez, Zas, G.I.T., Virus, Sumo, Juan Carlos Baglietto, Nina Hagen e INXS, entre otros, participando de la primera jornada realizada el día 11.4 La lluvia (precedida por granizo), el intenso barro, los defectos de sonido y la mala organización contribuyeron en el fastidio del público que llegó a su punto máximo cuando una botella de vidrio impactó en la cara de Miguel Abuelo, quien terminó cantando "Himno de mi corazón" con la cara ensangrentada. A partir de ese recital, la banda comenzaría entonces a transitar un camino denso y sinuoso para su historia, no sin antes obtener un Premio Konex semanas después de ese recital.
A fines de ese año 1985 se despidió de la banda Andrés Calamaro y se marcaría con ello el fin de la exitosa carrera que había tenido la banda desde cuatro años atrás. La partida de Calamaro supuso también la salida de Cachorro López y de Gringui Herrera.
En diciembre de 1985, la prensa de rock daba como finalizada la banda, lo cual fue confirmado por Abuelo tiempo después.
Para el 24 de febrero de 1988 tenían arreglada una actuación en el Velódromo Municipal de Buenos Aires, la cual fue suspendida repentinamente por una altísima fiebre que había sufrido Miguel. Rumores hablaban de que se encontraba infectado con el Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH). Ese mismo día se retiró definitivamente de la música, viviendo lo que eran sus últimos días de vida.
El 26 de marzo de 1988, Miguel Abuelo falleció en la Clínica Independencia de Munro (provincia de Buenos Aires) sólo cinco días después de cumplir cuarenta y dos años de edad.
El 9 de mayo de 1988 se reunieron varios músicos de Los Abuelos. Para esta ocasión había sido invitado también Andrés Calamaro, pero llegó tarde porque había presentando anteriormente un nuevo tango compuesto junto a Mariano Mores en el Teatro Ópera. Comenzó con la guitarra, cantando "Mil horas" y luego se limitó a hacer los coros y a participar con su «percusión» (un par de palillos). El espectáculo estaba previsto para la una de la tarde, pero comenzó a las dos de la tarde y duró solo una hora.